Durante décadas, el modelo educativo tradicional ha permanecido prácticamente inalterado, basado en clases magistrales, evaluaciones estándar y un currículo rígido que no siempre se adapta a las necesidades individuales de los estudiantes. Sin embargo, con el avance de la tecnología y los cambios en la sociedad, han surgido nuevas tendencias educativas que están revolucionando la forma en que se enseña y aprende.